No creo en el infierno, definitivamente,
no creo en los que dicen que existe,
han mentido tanto.
En lo que creo es en lo que existe,
lo que trae destrucción y muerte
como las guerras,
como la destrucción de la amazonía,
como los carteles de la droga
como la explotación de niños en fábricas
latinas, norteamericanas o asiáticas.
La madre llora retorciéndose
como una anguila,
porque sabe que su hijo no volverá,
le han asesinado por formar el sindicato.
La mujer llora desconsolada,
porque no volverá el padre de sus hijos
una bala le perfóró el corazón por exigir
un salario justo.
La niña llora sin parar ya nada la hará
callar ha perdido a su madre,
ella ha muerto en manos de su padre,
cuando un cuchillo artero atravezó sus entrañas.
El niño no sabe si hoy comerá,
porque ha abandonado su hogar
la calle es su casa, venderá su cuerpo,
y su alma con tal de sobrevivir.
Si hay alguien que considere
que éstas cosas no son infierno,
que se pare y me lo diga de frente,
porque este es el fuego que nos está
consumiendo.
Si quieren seguir pueden hacerlo,
sentirse felices con atardeceres
y mieles de besos.
Taparse los ojos y pensar que soy violenta,
Pueden hacerlo
Pueden hacerlo
Sólo conseguirán tiempo de mentira,
por que la hora de la verdad está por verse.
nina salinas
No hay comentarios:
Publicar un comentario