No he caído en la bañera
pero sí fuera de ella,
en los adoquines,
en los autobuses,
en el pasto.
Pero lo que más me gusta recordar
es la caída en tus brazos,
y amanecer todavía en ellos en la mañana.
Todas esas caídas me han dolido algo,
incluso la de Teresa,
hasta me quedé preocupada.
Pero lo peor ha sido caer en la realidad
fuera de tu abrazo.
Nina salinas
No hay comentarios:
Publicar un comentario